PORQUE A VECES EL PERIODISMO SE ROZA CON LA HISTORIA

miércoles, 2 de diciembre de 2015

La historia los reinvindicará (V de X)

“Tá barato dame dos”
Durante el primer mandato de CAP (1973-1979), el país fue conocido con el apodo de «Venezuela Saudita» debido al flujo de petrodólares que ingresaron por la exportación del petróleo venezolano como consecuencia del embargo árabe de crudo.
Una poderosa y masiva clase media nació en Venezuela, y la población tuvo grandes oportunidades de ascenso educativo, cultural, social y económico. Los precios del petróleo subieron de 1,92 dólares por barril en 1970 a 4,42 en 1973 y 14,35 en 1974. Venezuela cambió, y el venezolano, en líneas generales, adquirió nuevos hábitos de conducta: Nos hicimos famosos en el extranjero por nuestro excesivo consumismo, se repetían frases como “Tá barato, dame dos” y “la nevera está full”. Lamentablemente, algunos otros repetían “no me den, pónganme donde haiga”.
La Fundación Gran Mariscal de Ayacucho, que financiaba el 100% de las becas de postgrado para aquellos profesionales  universitarios que quisieran estudiar en cualquier universidad del mundo, así como la creación del Sistema de Orquestas juveniles Gran Mariscal de Ayacucho, la creación del Museo de Arte Contemporáneo de Caracas, destacan entre los grandes aportes de su primer gobierno solamente en el campo educativo-cultural, pero, creemos que su gran legado fue la nacionalización de la industria petrolera y, posteriormente, la del hierro, y, sobre todo, la creación de PDVSA considerada durante varias décadas entre las mejores 10 empresas a nivel mundial, con la meritocracia como uno de sus principales distintivos.
En general, la población tuvo la oportunidad de comprar vivienda  y vehículos propios, viajar frecuentemente al exterior y dar calidad de educación a sus hijos. Logró la incorporación al sistema de educación escolar formal de los niños entre 6 y 11 años, y se crearon más de once instituciones de educación superior.
Pero la deuda nacional interna y externa paso de 8.434 millones de bolívares en 1973 a más de 100.000 millones de bolívares al final del quinquenio. 
Su segundo mandato (1989-1993), a diferencia del anterior, estuvo marcado por escándalos de corrupción que culminarían con su separación del cargo, ante la declaración de procedencia de antejuicio de mérito por parte de la Corte Suprema de Justicia, acusado de malversación de fondos públicos y fraude a la nación, y la crisis social manifiesta en el llamado “Caracazo”.
Uno de los programas sociales más avanzados fue, en mi opinión, la beca alimentaria, aprobado para paliar las consecuencias del programa de ajustes económicos en los sectores populares. Cubría para El Universal la fuente de Educación y me tocó seguir este programa desde sus inicios, y aunque hice muchas críticas de él –creo que exageradamente-  hoy puedo ver en frío sus bondades.
Se pagaba un cheque mensualmente a los padres o representantes de todas las escuelas ubicadas en zonas populares, públicas o privadas, la única condición es que estuviera ubicada en un sector populoso; a los niños se les daba el bulto con los útiles escolares y el uniforme completo. No se exigió NUNCA filiación política de ningún tipo.
¿Las críticas? Que el dinero era utilizado para comprar licores y jugar “terminales” y al 5 y 6. Sin duda que los medios fueron implacables.
Tanto los escándalos de corrupción, como el Caracazo y su “ruidosa” relación con Cecilia Matos, fueron utilizados como argumento por Hugo Chávez y Hernán Gruber  Odremán para dos intentos de golpe de Estado el 4 de febrero y el 27 de noviembre de 1992, respectivamente.
Al ser separado de sus funciones por el Congreso Nacional el 21 de mayo de 1993 por el delito de malversación de fondos públicos, se convirtió en el único presidente en ejercicio en la historia del país, en ser destituido por una acción judicial.
El balance de sus dos gestiones requeriría muchas cuartillas y miles de caracteres. Sin embargo, pese a las obras  faraónicas que programó en su primera gestión -muchas de ellas se hicieron, cuestionadas o aplaudidas-, el despilfarro de cuantiosos recursos, al punto de que al final de su mandato los ingresos eran insuficientes para financiar los gastos públicos, sin dudas fue el inicio de la etapa de la corrupción administrativa y de la aparición de grandes fortunas, nacidas en menos de un lustro. 
Su lema inicial: “manejar la abundancia con criterio de escasez”, quedó como  frase hueca. 
Sin embargo, esta situación no es comparable con los hechos actuales, aquí no se puede hablar de corrupción administrativa sino de SAQUEO, todos recordamos las palabras de Jorge Giordani -ministro de Planificación del gobierno de Hugo Chávez durante muchos años-, en las cuales denunció la “desaparición” de más de 25 mil millones de dólares nada más entre empresas de maletín y allegados del gobierno chavista.
El programa de medidas económicas emprendido por CAP para intentar revertir su desacertada política económica anterior, conocido popularmente como paquetazo neoliberal, fueron detonantes para el “Caracazo” o “sacudón”, que los chavistas consideraron  la génesis del nacimiento de su movimiento y la justificación de los fracasados intentos golpistas del año 92.

Continúa…

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