Empecemos el recuento con
las M U J E R E S, y no por aquello tan trillado de “las damas primero” sino
porque se trata de una figura que en Venezuela llegó a ser una referencia y
desde hace unos años se encuentra en fase de extinción: la Primera Dama de la
República.
De inicio, me referiré a
las Primeras Damas que no conocí personalmente como a Doña Menca de Leoni,
esposa del expresidente Raúl Leoni –ambos fallecidos-, y Doña Blanca Rodríguez
de Pérez, esposa del expresidente Carlos Andrés Pérez (QEPD), las dos, ejemplos
clásicos de lo que representan esas figuras femeninas y de lo que aportaron al
país, especialmente a la familia venezolana, y lo mucho que sumaron a la
gestión de sus cónyuges.
Mucho más que de “simple
adorno”, lo que aportaban en su gestión estas mujeres se trató de resultados
concretos en los ámbitos social, familiar, educativo, cultural, y muchos otros.
Su residencia familiar era
La Casona -casa destinada por el Estado como hogar de la familia presidencial, el
cual hasta hace una década, aproximadamente, transmitía una imagen al país de
sentimiento hogareño, respeto a principios y valores, recato y ceñimiento a las
buenas costumbres.
En la actualidad viven
allí familiares del ex presidente Chávez, aunque la familia gobernante es la
Maduro-Flores.
Pero las Primeras Damas
también ejercían sus funciones desde una institución creada en la época
democrática del país llamada la Fundación del Niño (1964).
En algunas ocasiones, estas
señoras viajaban en giras presidenciales al exterior con sus esposos, y hasta
que CAP compró el primer avión presidencial trasatlántico –el cual fue
utilizado durante 26 años y bautizado después por el Presidente Chávez como el
“camastrón” con lo cual justificó la adquisición de una nave nueva, conocida
popularmente como “chupa dólares” por su elevado costo-, estas damas compraban
sus boletos a las líneas aéreas privadas.
Algo las caracterizó a
todas: su discreción, bajo perfil -como decimos los periodistas-, poco dadas a
la vida social y sí muy inclinadas al quehacer hogareño y familiar. Todas
provenían de familias clase media acomodada y con estudios –si no
universitarios, por lo menos bachillerato-, su vestimenta era muy sobria; sus
hijos y nietos, en su gran mayoría, son profesionales universitarios.
Blanca Ibáñez tiene un
origen más humilde, conoció a Lusinchi cuando ella se desempeñaba como
secretaria en la fracción parlamentaria de Acción Democrática. Por supuesto,
muchos dirán, bueno y Lusinchi con Blanca Ibáñez ¿qué tipo de pareja presidencial
era? ¿Era “Blanquita”, como sus allegados la llamaban, la Primera Dama?
¿Ejercía como tal? La respuesta es ¡Sí, y de qué manera! A mi entender, era la
verdadera mano dura de ese gobierno, la que realmente decidía. Sus
enfrentamientos con Doña Gladys Castillo
–primera esposa de Lusinchi- fueron de antología.
En el caso de Cecilia
Matos, pareja de Pérez desde varias décadas atrás y con quien tuvo
descendencia, la situación fue complicada, a pesar de que se trató de mantener
la figura de la señora Matos poco expuesta.
La muerte de Pérez y cómo
y dónde se realizaría su sepelio -ya que desde varios años atrás convivía en
Miami, Estados Unidos con la señora Matos y las hijas de ambos, prendió una
disputa de tal magnitud que un juez en Miami ordenó conservar en una cava de
una funeraria de allá el cadáver de Pérez mientras se dirimía la situación, que
fue favorable a la solicitud de Doña Blanquita y sus hijas para que el sepelio
se efectuase en Caracas. Poco después falleció la señora Matos.
Doña Menca y Raúl, así
como Blanca Rodríguez y Carlos Andrés Pérez, eran primos.
Todo esto no restó
importancia a la figura de la Primera Dama que de forma abierta o de bajo perfil, imperó en
Venezuela hasta hace unos 10 años, cuando el Presidente Chávez se divorció de
María Isabel Rodríguez, quien, sin embargo, no llegó a desarrollarse como una
Primera Dama tradicional. María Gabriela Chávez Colmenarez, hija de éste, lo
acompañó en sus viajes oficiales al exterior desde 2004 hasta el momento de su
muerte.
Continúa…
Su prima Menca (II)
No hay comentarios:
Publicar un comentario