PORQUE A VECES EL PERIODISMO SE ROZA CON LA HISTORIA

sábado, 16 de enero de 2016

VENEZUELA SAUDITA
 
También interactúe con algunos presidentes extranjeros, por supuesto como periodista, aunque debo aclarar que algunos de ellos no habían llegado a ser mandatarios, como es el caso del español Felipe González, el portugués Mario Soarez y la nicaragüense Violeta Chamorro.

El caso más “particular”, por decirlo de alguna manera, fue el de Felipe González, quien siendo Secretario General del Partido Socialista Obrero Español (Psoe) vino con frecuencia a Venezuela, en pleno mandato de Carlos Andrés Pérez I, en busca no solo de apoyo para su eventual candidatura a la presidencia de España, sino de los necesarios dólares, de los cuales, según se filtró, CAP fue muy generoso. Para ese momento, Pérez presidía la Internacional Socialista y su prestigio más allá de nuestras fronteras era inmenso, a lo cual contribuía, obviamente, la riqueza petrolera venezolana de entonces, al punto de que nos decian la “Venezuela saudita”.

De allí que durante varios años me llamara la atención, la casi nula solidaridad de González con los venezolanos demócratas, y sobre todo con Acción Democrática –partido aliado y de inmensa contribución para el logro de su metas presidenciales-  con motivo del ascenso al poder del chavismo y su arremetida contra los partidos políticos y en especial contra CAP, a quien le dieron dos golpes de Estado.

Fue ahora, más de 20 años después, que González mostró ante el mundo su férreo apoyo a la oposición venezolana y a la defensa de la democracia en Venezuiela, y en ese objetivo, arrastró a otros mandatarios y exmanadatarios y despertó simpatía y apoyo a nivel internacional.

Posiblemente su desapego inicial –y largo- se debió a que trató de evitar que lo relacionaran a casos de negociados que, posiblemente, según algunas versiones de prensa, habrían tenido de participantes a Pérez y a González. Mucha gente piensa que aunque tarde, la participación de Gonzalez en defensa de los DDHH de Leopoldo López y de los presos políticos venezolanos así como a favor de unas elecciones parlamentarias limpias en nuestro país, valió la pena y el mundo puso mayor atención, la “lupa” sobre lo que aquí acontece y la naturaleza del régimen chavista.

A Felipe González lo conocí en la antigua fracción parlamentaria de Acción Democrática, donde era un  personaje no muy atractivo para la prensa, un político semi desconocido hasta en su propio país. Contaría con unos 35 a 40 años, siempre con su camisa azul de cuadritos, arremangada a los codos. Bastante parco, muy delgado.

Al poco tiempo, fue electo como Primer Ministro de España y luego fue reelecto para un segundo mandato.          
El caso del portugués Mario Soares, es parecido, aunque el lusitano pasó sin pena ni gloria como Jefe de Estado y luego presidió la Internacional Socialista (IS). Aquí vino en búsqueda del apoyo del todopoderoso y genero$$o CAP y de la organización Internacional Socialista que el lideraba para entonces. También era parco y poco dado a la prensa, debía tener unos 50 años, lo encontré con frecuencia en la fracción parlamentaria de Acción Democrática.                      

 A Violeta Chamorro la conocí cuando ni ella se imaginaría que llegaría a ser presidenta de su país. Fue durante la visita que el Presidente Herrera Campins realizo a Nicaragua, y estaba recién comenzando el mandato de la junta de gobierno que asumió luego de la destitución del dictador Anastasio Somoza. Daniel Ortega, su guapo hermano -de quien no supe nada más después- mi admirado comandante Tomas Borges, y por supuesto, el inolvidable Comandante 0, Edén Pastora, me hicieron brotar amor y solidaridad por ese sufrido pueblo.
El Presidente Herrera Campins y su brillante canciller, Aristides Calvani, no sólo apoyaron al gobierno sandinista, logrando neutralizar las críticas que ya se le hacían por supuestas inclinaciones marxistas, sino que jugaron un papel fundamental en Centroamérica, sacudida por la violencia de los grupos armados y guerrilleros que aspiraban tomar el poder en la región.
La Sra. Chamorro era para el momento una sencilla y modesta viuda, quien al poco tiempo se deslindo del régimen sandinista.  A Omar Torrijos y Jimmy Cárter los vimos de lejitos durante la firma del Acuerdo para el traspaso de EEUU de la administración del Canal de Panamá a este país, en unas muy concurridas declraciones a la prensa internacional. Igualmente y de lejitos a los presidentes de Brasil y Costa Rica durante la gestión del Presidente Herrera Campins. Un recuerdo inolvidable de Brasil fue haber perdido el vuelo de regreso a Venezuela.
En la capital tica, se firmó con la asistencia del también mandatario de México, el Acuerdo de San José, que garantizaba el suministro de petróleo barato (superaba ya los 30 dólares el barril, muy oneroso para esos pequeños países) a los gobiernos de extracción democrática. Las condiciones de pago: venta a crédito, subsidiada, intereses ínfimos y plazo hasta más de 20 años. Centroamérica comenzó a pacificarse,

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