La banca me engañó
Del tiempo que cubrí la gestión
de Jaime Lusinchi puedo decir que fue –hasta ese momento -el mandatario más
hostil con los periodistas y los medios de comunicación en general. El cambio de
estilo con su predecesor, Luis Herrera Campíns, fue de 180º. De ingresar a
Miraflores por la puerta principal y tener libre ingreso a la mayoría de sus
instalaciones, los periodistas pasamos a tener que hacer diligencias para el
acceso, y eso por la puerta lateral, llamada Prevención. El ambiente interno
era de cierta hostilidad y dificultades para contactar a los entrevistados.
Tanto así que un incidente menor,
con el reportero Luis García, de Venezolana de Televisión, lo catapultó a la
fama al convertirlo en una especie de “mártir” del gobierno. Lusinchi, ante una
insistente pregunta del reportero, le respondió algo así como que “tú a mí no
me jodes”, y se formó la sampablera; por supuesto, ni remotamente comparable
con las agresiones que después han recibido y continúan recibiendo periodistas
y medios por parte del régimen vigente: lesiones físicas, daño y decomiso de
equipos, cierre de fuentes y medios de comunicación social, hegemonía
comunicacional.
En todo caso, las relaciones
fueron muy difíciles, al punto que algunos periódicos tenían dificultades para
obtener los dólares preferenciales para las importaciones de papel periódico.
El Nacional, por ejemplo, sufrió seriamente este problema; desde la redacción
de El Universal nos enteramos que
suministraban este insumo al diario de Puerto
Escondido, donde estaba su antigua y original sede.
Mientras esto ocurría, se
denunciaban casos de presunta corrupción administrativa, como el escandaloso Recadi y el tristemente célebre “chinito”, el
único sancionado por esta situación; así como la cada vez más asfixiante
intervención de Blanca Ibañez, la pareja del mandatario, en las decisiones más importantes de la administración
pública. Muchos recuerdan como al final del período de Lusinchi, éste dijo una
frase-excusa, que fue duramente cuestionada y causó malestar por su cinismo:
“la banca internacional me engañó”, muy al actual estilo chavista.
A Lusinchi, a quien veíamos con
frecuencia durante su ejercicio parlamentario, lo entrevisté durante la campaña electoral en
visita realizada al dueño de El
Universal para ese momento, Luis Teófilo Núñez Arismendi, en su oficina del
diario. Estuvo acompañado por Carlos Croes, nuestro jefe de redacción y quien tras
el triunfo electoral, pasó a ser Cónsul en Nueva York y Ministro de Información
y de la Secretaría, respectivamente. En Miraflores, durante el tiempo que duró
nuestra cobertura allí, no tuve oportunidad –ni él estaba dispuesto- a sostener
comunicación periodística. El Palacio de Misia Jacinta se volvió infranqueable
a los periodistas.
Hay una anécdota que vivimos en
carne propia y que describe mejor la personalidad de este hombre. Un día,
aproximadamente a las 7 de la noche y quedando pocos compañeros en la
redacción, se presenta el propio Lusinchi, acompañado de Croes –no preciso si
era ministro de Secretaría o de Información para ese momento- y sus edecanes,
pero no entró por el acceso directo a la oficina del Dr. Núñez, sino por la
redacción. Estaba visiblemente “entonado, prendido”, y pedía al Dr. Núñez que
le sacará una botella de whisky. Suponemos que Croes y el editor se habían
puesto de acuerdo para no proporcionarle más licor. También estaba visiblemente
lloroso, y en un astado de ánimo terrible ¿La causa? Un desencuentro con Blanca
Ibáñez. A mi escritorio se acercó y en
tono medio jocoso me dijo que tenía cara de pícara, así le hizo comentarios a
otros colegas, quienes aprovechamos la oportunidad de escaparnos a Los
Cambados, un botiquín que quedaba en una estrecha y fea calle, detrás del
periódico y a donde acudíamos con frecuencia a tomarnos unas cervezas, comer
tortilla española que nos preparaba el dueño y, sobre todo, relajarnos un poco
antes de irnos a casa. Luego supimos que en la redacción se las vieron negras
para hacer desistir a Lusinchi de ir también a Los Cambados.
Centro de su gestión
Como la historia ya está escrita
y para no caer en repeticiones, colocaré a continuación, un resumen de los
hechos más resaltantes de este gobierno 1984-1989. Tomado de monografías.com http://www.monografias.com/trabajos88/gobierno-jaime-lusinchi-1984-1989/gobierno-jaime-lusinchi-1984-1989.shtml#ixzz3sDHIA4nE (Enviado por Omar Gómez Castañeda )
Es el sexto gobierno del sistema
democrático iniciado en 1958. Jaime Lusinchi fue el candidato del partido
Acción Democrática (AD) en los comicios que se realizaron el 4 de diciembre de
1983. Triunfó con 3.775.341 votos, mientras el candidato por el partido
socialcristiano COPEI, el ex Presidente Rafael Caldera, obtuvo el segundo lugar
con 2.298.176, lo cual significó una diferencia de casi millón y medio de
votos.
En términos porcentuales Lusinchi
ganó con el 56,5% de los votos contra un 30,6% de Caldera. El triunfo de AD en
las tarjetas pequeñas también fue holgado, obteniendo 113 diputados y 28
senadores, lo que le otorgó al Gobierno una mayoría sólida en ambas cámaras del
Congreso Nacional. Pese a la abrumadora victoria, el doctor Lusinchi inició su
gestión de gobierno, el 2 de febrero de 1984, con palabras que reflejaban
modestia y conciliación. Le tocaban tiempos difíciles, pues hacía un año que la
moneda había sido devaluada, eran comunes las fallas en los servicios públicos
y la corrupción administrativa hecha pública contribuía a oscurecer más el
panorama. A todo esto se agregaba el problema de la deuda interna y externa que
daba un relieve dramático a la coyuntura, al reducir las posibilidades de
implementar soluciones.
Pueden señalarse tres elementos
claves en el gobierno de Lusinchi, por su alcance e impacto en el futuro
inmediato de Venezuela: La reforma del Estado a través de la creación de la
COPRE, el refinanciamiento de la deuda externa, y el agravamiento de los casos
de corrupción. Es un triste recuerdo la actuación de su secretaria privada la
tan nombrada y poderosa Blanca Ibáñez, "filtraba todo acceso al
presidente, nombraba y destituía funcionarios, decidía sobre los beneficios de
los contratos de obras públicas y hasta seleccionaba los ascensos a generales
de las fuerzas armadas, en una moderna versión de república bananera." Afirma
Vladimir Pérez.
El 24 de febrero, el presidente
Lusinchi precisa su política económica. En materia monetaria varía el esquema
impuesto por el gobierno precedente. Se establecen cuatro tipos diferenciales
de cambio:
•El de Bs. 4,30 por US$ (fijado
por la administración de Herrera Campins) se prorroga hasta diciembre de 1985,
otorgado para el pago de cuotas de capital de las deudas externas, para los
estudiantes en el exterior y para medicinas y alimentos especificados en
resolución del Ministerio de Hacienda; el de Bs. 6 por US$ para la venta de
divisas de los sectores petrolero y del hierro; el de 7,50 para las
transacciones comerciales y financieras, privadas o públicas; y el dólar
fluctuante", cuyo tipo de cambio será fijado por el libre juego de la
oferta y la demanda. Anuncia una drástica baja de las tasas de interés; fija
una política laboral compensatoria del bajo nivel de vida.
Otros hechos relevantes lo
constituyen:
•Las quejas interpuestas ante la Sociedad Interamericana de Prensa, ya que
a lo largo del período presidencial resulto muy difícil para los medios
impresos, mantener una posición independiente del gobierno o criticarlo
modestamente, pues éste era muy "sensible" y manejaba según sus
conveniencias, entre otros recursos, las cuotas de dólares preferenciales a Bs.
7,50 para la compra de papel importado, necesario para la supervivencia de los
impresos.
•La combinación de la represión,
junto con una eficaz política de propaganda de gobierno dirigida desde la
Oficina Central de Información (OCEI), impidió que la mayor parte de las
irregularidades administrativas y los abusos de poder salieran a la luz
pública. Sería sólo posteriormente, al iniciarse el gobierno de Carlos Andrés
Pérez, cuando se reveló lo que puede calificarse como el peor hecho de
corrupción hasta ese momento: el escándalo del tráfico de influencias en el
otorgamiento de dólares preferenciales a través del Régimen de Cambios
Diferenciales (RECADI), lo que no había trascendido más allá de los rumores
durante el quinquenio, comenzó a investigarse más libremente una vez que Lusinchi
dejó la presidencia.
Ya a mediados de 1989, se
denunció la malversación de fondos de la partida secreta del Ministerio de
Relaciones Interiores por parte del ex presidente Lusinchi y su ministro José
Ángel Ciliberto, para la compra de un conjunto de jeeps que, lejos de
destinarse a actividades vinculadas con la seguridad del Estado, sirvieron
primero para la campaña interna en AD del precandidato Octavio Lepage, para
luego ser utilizados en la campaña electoral de 1988 y quedando posteriormente
en manos de algunos militares y allegados al partido Acción Democrática (AD).
Esta denuncia desemboca en agosto de 1993, en la decisión de la Corte Suprema
de Justicia de encontrar méritos para enjuiciar al ex presidente y la
aprobación del Congreso del levantamiento de su inmunidad parlamentaria. "Venezuela
sufre una fuerte crisis económica, un agudo desorden administrativo del Estado
y se evidencian casos de corrupción generalizada, vinculadas con personalidades
del escenario político actual. El nepotismo también transciende el tiempo, el
21 de Noviembre de 1993, en el Registro Primero Mercantil del Distrito Federal
y Estado Miranda, a cargo de Maria Teresa Lusinchi Castillo, hija de Jaime
Lusinchi.”
Lusinchi e Ibáñez son acusados
por delitos contra el patrimonio público de la nación en la década de los '90.
En 1995 Ibáñez se exilia en Costa Rica y Lusinchi también parte al exterior
poco después, tras una orden de prohibición de salida del país dictada en su
contra durante el proceso judicial.
Obras, trabajos e incidentes
Durante esta gestión de gobierno
se construye en Caracas, el Paseo Vargas, el moderno y excelentemente
planificado Complejo Habitacional Juan Pablo II, destinado fundamentalmente a la
clase media profesional, obra icónica de
carácter residencial que aportó un nuevo concepto de hábitat para la época. Ubicada
al oeste de la ciudad de Caracas, fue ejecutada por el Centro Simón Bolívar, y
lleva su nombre en honor a la visita de su Santidad Juan Pablo II en 1985. Una
de las características fundamentales de estas residencias, es su novedoso y
funcional diseño urbanístico por parcelas, transformando el sistema de 4
edificaciones aisladas en una estructura de súper manzanas, integradas por
espacios públicos y semi-públicos, donde destaca la llamada pirámide invertida.
Cuenta con centros comerciales (Uslar, La Villa, Páez, Euba y Caracas), parques
y jardinerías, biblioteca, iglesia y tiene una gran cantidad de institutos
educativos de varios niveles. Sus
arquitectos fueron Wenceslao López Suárez, Juan José Ramírez y Ramón Manaure
Trujillo.
Asimismo, el tramo del Metro de Caracas Zoológico/Las
Adjuntas-El Silencio, se erige la Represa del Río Turimiquire (Edo. Monagas),
el comienzo de la construcción de la Autopista de Oriente, la fabricación de
331.615 viviendas, y el inicio de la Comisión para la Reforma del Estado
(COPRE), con la cual años después, se lograría la descentralización de las
regiones.
Hubo un fuerte repunte de la
actividad agropecuaria, al punto de que se hablaba del “milagro agrícola”. También
durante este período, en 1985, el país recibe por primera vez la visita de un
Papa, Juan Pablo II. Y en 1987, la incursión de la corbeta colombiana Caldas en
mares venezolanos, puso a prueba la eficacia militar y diplomática de Venezuela
ante Colombia y las naciones vecinas.