PARA LA VERDAD, EL TIEMPO
PARA LA JUSTICIA, DIOS
A tres días de haber sufrido un ataque de un grupo
de personas, aparentemente miembros de una familia, por un artículo publicado
en este mi modesto blog yoquelovivi.blogspot.com el día 4 de febrero del año en
curso, es decir, hace justamente dos meses y 20 días, tengo que publicar aquí
que SÍ SOY PERIODISTA, LICENCIADA EN
COMUNICACIÓN SOCIAL, EGRESADA DE LA ESCUELA DE COMUNICACIÓN SOCIAL DE LA
UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA.
Tuve la suerte de contar con los mejores docentes que
ha tenido la ECS de la UCV: Héctor Mujica, Eleazar Díaz Rangel –aunque disiento
del manejo que hace de la dirección de Ultimas Noticias, reconozco sus méritos
como docente- Jesús Rosas Marcano, Gloria Cuenca entre muchos otros.
Mis jefes: Carlos Croes en El Universal, durante 12
años, él hoy es el vicepresidente de Información y Opinión de Televen, a quien aprecio, respeto y admiro; Manuel
Felipe Sierra, y tampoco nombro a otros porque me obligaría a citarlos a todos.
Con la Dra. Elizabeth Yabour de Caldera, ministra de Educación para el momento de las fotos, durante la gestión de transición del Dr. Ramón J. Velasquez, presidente de la República. Más que mi jefa, mi gran amiga!!
Tal cursilería obedece a que dichas personas pusieron
en duda mi condición de periodista, además de injuriarme y agraviarme
directamente en mis cuentas sociales con el solo propósito de descalificarme.
También, es tal la virulencia, que solicitan el cierre de este blog, lo cual
esperamos no ocurra y que este planteamiento sea rechazado por los lectores.
Pues bien, no lo consiguieron: el blog aumentó su
número de lectores y en el twitter continúo con el mismo número de seguidores.
No he recibido ningún twitter cuestionando algo que, a todas luces, no cometí,
y lo más importante: estoy en paz con mi conciencia.
Betty Urdaneta de Herrera Campins, Primera Dama
Gustavo Roosen, ministro de Educación
Jaime Lusinchi, Presidente de la República
En el artículo de la discordia, solo pretendí cumplir
con el objetivo de este blog: narrar hechos y vivencias que conocí de primera
mano en mis casi 40 años de ejercicio profesional, en ningún momento difamar ni
perjudicar a nadie –como no lo he hecho en toda mi trayectoria y en mi vida- menos
a esa familia que no nombraré; por el contrario, expresé mis respeto y hasta
admiración por dos de ellos. Y por eso rectificamos y aclaramos enseguida la confusión en la que incurrimos.
Involuntariamente,
reseñamos brevemente que eran familiares de la tristemente célebre exministra
de Salud, Eugenia Sader Castellanos por lo parecido de uno de los apellidos y
porque así lo habíamos leído en 2012 en una muy leída columna periodística de
un popular colega, a quien tampoco nombraremos para no involucrarlo.
Dos meses y 20 días después de la publicación, se inicia una reacción
inusitada –aunque el fondo del asunto es razonable, no querer tener nexos con
semejante corrupta- lo cual se pudo haber subsanado con solo comunicarse
conmigo –así como lo hicieron con tantos twitteros para desprestigiarme- y con
absoluta seguridad, como lo hice enseguida y por voluntad propia no por sus
amenazas y coacción- hubiera procedido a aplicar lo correspondiente y usual en
el Periodismo, el derecho a la réplica y la debida aclaratoria, porque este
gremio tiene un Código de Etica que, afortunadamente cumplimos casi todos los
periodistas. Ese es el procedimiento que corresponde, de acuerdo a nuestro
Código de Etica, y lo que sin dudas, haría por mi propia voluntad.
Pienso que se trata de un caso inédito de aclaratoria y
rectificación de una información en el actual contexto de información por la vía de Internet y del
profuso uso de las redes sociales, lo cual permitió a quien quiso, informarse
por sí mismo del asunto, en tiempo real, sacar sus propias conclusiones, y
determinar quiénes fueron los agresores y quiénes los agredidos. En un
periódico de papel esto hubiera sido difícil en esas condiciones y tardado
meses en resolverse.
No sólo hicimos la rectificación y aclaratoria, sino
que fuimos más allá: retiramos toda la información relacionada con el caso, en
forma inmediata, a pesar de que la gran cantidad de mensajes y amenazas prácticamente
no nos permitían redactar la respuesta correspondiente. En un periódico de
papel, esto no hubiera sido posible.
¿Cuál fue el motivo de tanta virulencia? Además del vínculo
familiar con Sader, lo cual fue debidamente negado y aclarado por mí, el que
usáramos incorrectamente el apellido de la familia, con “S” al final. Pues bien,
más del 80% de las alusiones que se hacen a esas dos personas en Google, lo
hacen con dicha letra al final, tanto así que para obtener mayores datos de
ellos en Google, tuvimos que escribir así el apellido, y fue de esta manera
como pudimos recabar gran cantidad de información, incluso así lo usan
instituciones públicas y privadas. Eso puede verificarse usando el buscador de
Google. Coloquen el apellido con S y sin S final, y lo corroborarán.
A quienes aseguraron que Thamara Nieves era una desconocida en el gremio periodístico, ellos hubieran podido responder con buenos argumentos: los presidentes de la República Rafael Caldera, Carlos Andrés Pérez, Luis Herrera Campíns, Jaime Lusinchi (QEPD):
A quienes aseguraron que Thamara Nieves era una desconocida en el gremio periodístico, ellos hubieran podido responder con buenos argumentos: los presidentes de la República Rafael Caldera, Carlos Andrés Pérez, Luis Herrera Campíns, Jaime Lusinchi (QEPD):
De esta manera, doy por concluida tan desagradable
situación, la primera en mis 40 años de ejercicio profesional, y ofrezco
disculpas a mis lectores por el desagradable caso. Y recuerdo hoy más que
nunca: “Para la verdad, el tiempo; para la justicia, Dios”
Sin dudas, esto cabe, a la perfección en este blog,
porque involuntariamente: yoquelovivi.blogspot.com
Nota: A quienes nos preguntaron el significado del
término “manu militari”
Manu militari:
La
expresión latina manu militari significa literalmente ‘con mano militar’, es
decir, por la fuerza de las armas:
(1)
Después de proclamar el derecho de las naciones a la independencia, las
sometieron manu militari [Jean Meyer: Rusia y sus imperios].
Normalmente
se emplea con el significado de ‘por la fuerza’ (2) o incluso ‘con mano dura,
sin andarse con contemplaciones’ (3). Se trata entonces de un uso figurado que
reposa sobre una metáfora.
http://blog.lengua-e.com/2012/manu-militari/
No hay comentarios:
Publicar un comentario