PORQUE A VECES EL PERIODISMO SE ROZA CON LA HISTORIA

miércoles, 25 de enero de 2017

LA MUD, ¿OPOSICIÓN A QUIÉN?

Si hay un tema muy difícil de analizar y definir es el de las razones por las cuales en Venezuela se consolida el régimen chavomadurista, a pesar de la quiebra y ruina a la que ha llevado al país, mientras que la oposición parece cada vez más sojuzgada.

Ningún analista nacional ni internacional logra descifrar las razones para que eso ocurra, a pesar de la grave crisis que vivimos -lo cual ha tenido una amplia repercusión internacional- y las cifras arrojadas por las encuestas de opinión que darían un 80% de impopularidad a Nicolás Maduro.
Lo que sí es cierto, y poco notado por los analistas venezolanos, es que cada vez más se reduce el papel que venían jugando ex presidentes como Andrés Pastrana, Tuto Quiroga, Oscar Arias, entre otros, así como el Secretario General de la OEA, Luis Almagro en torno a la grave crisis de Venezuela y las violaciones a los Derechos Humanos por parte del régimen de Maduro. Incluso, a mediados de  2016, Almagro tuvo un papel muy activo en la denuncia contra el régimen venezolano y la solicitud de la activación de la Carta Democrática Interamericana. ¿Qué pasó? La MUD no se dio por enterada ni respaldo al Secretario General de la OEA, y poco a poco el tema decayó, paso a bajo perfil.

Ahora es el Secretario de Estado de EEUU, Rex Tillerson, recién nombrado por Donald Trump, quien acaba de anunciar el pasado 23 de enero que hará todas las gestiones con países latinoamericanos para que se realice una transición democrática negociada en Venezuela. Nuevamente preguntamos ¿Qué pasó con tan importante declaración? Como se dice en buen criollo: NINGUNEADA, y posiblemente ocurra lo mismo que con Almagro, será archivada en un escritorio de la Casa Blanca.

Según el diario El Nuevo Herald, hay un acuerdo de la Mesa de la Unidad Democrática, o más específicamente del G-3, integrado por Primero Justicia, Acción Democrática, Un Nuevo Tiempo y el Régimen para lograr llegar a las elecciones presidenciales de 2018, en las que competirían por la presidencia de la República: Julio Borges y Henrique Capriles por PJ; Henry Ramos Allup, por AD y Manuel Rosales por UNT (¿Primarias o por separado?) que permitiría mantenerse a Maduro en el Poder, pero la oposición lograría realizar los comicios de las gobernaciones y de  las alcaldías, en los cuales aspiran sacar una mayoría abrumadora, mientras se llega a diciembre del 2018 para las elecciones presidenciales, la principal ambición de los citados dirigentes opositores.
¿Cuál sería el basamento de los opositores para asumir una estrategia que conlleva a mantener en el poder dos años más, por lo menos, a Nicolás Maduro? Hay que inferirlo. La MUD no tiene los recursos económicos para ir a una campaña electoral contra la Dictadura que, como es sabido, abusa del poder, utiliza abiertamente todos los recursos del Estado y maneja la mayoría de los medios de Comunicación. Esto sin contar con su acostumbrado método de regalar artefactos, mobiliario, dinero en efectivo, misiones, y viviendas a los electores. Esta situación sería más comprometida para la Oposición en la medida en que la campaña electoral sea más corta.
Hay que agregar que la Dictadura acosa cada vez más a los opositores y muchos de sus dirigentes están presos o amenazados de aprehensión.
Por esto, la MUD optaría por ir primero a unas elecciones regionales, lo cual le permitiría ubicarse en, según sus estimaciones, un mínimo de 18 Gobernaciones, y desde allí proyectarse a todo el país con miras a unos comicios presidenciales. Creen que así, la competencia sería más equilibrada.
¿Entenderá esto la población, desesperada por salir del Régimen que nos llevó a la ruina y destrucción del país?
Pero muchos analistas desestiman este factor político, y hasta lo niegan, en tanto que para algunos opositores no es más que colaboracionismo, y argumentan que difícilmente  una dirigencia pueda cometer tantos desatinos en tan poco tiempo: permitieron al régimen secuestrar el Referendum Revocatorio que debía sacar a Maduro del poder, enfriaron la calle, aceptaron que las elecciones para gobernadores no se realizaran en diciembre 2016, cuando constitucionalmente correspondían; por su parte, la Asamblea Nacional, dejó un sabor amargo en la boca de millones de personas cuando los sectores democráticos, luego de haber obtenido un voto mayoritario para su renovación y pasara mayoritariamente a manos opositoras -para su sorpresa- no hizo las acciones necesarias para controlar al régimen y llevar a su pronta salida: No dejaron sin efecto el nombramiento express de los magistrados del TSJ que ahora tienen virtualmente anulada a esa instancia parlamentaria, no han nombrado a los rectores del CNE con el periodo vencido, no removieron del poder a Nicolás Maduro, tal como lo prometió el ex presidente de la AN, Henry Ramos Allup, entre otras “omisiones”.

En nuestra opinión, no se trata de falta de capacidad de esta dirigencia opositora, sino del presunto pacto del G-3 de la MUD con el régimen. Ahora, gracias a los gestores de la Mesa del Diálogo se le llama “Convenio de Convivencia”.

 Por muy mediocres que sea la actual dirigencia opositora son increíbles tantos errores y fallas en temas fundamentales. Por qué esto no ocurría con los líderes políticos que tuvimos hasta inicio del año 2000? ¿Es que ellos tenían más neuronas, eran más diestros o experimentados?

     David Morales Bello, de AD, Eduardo Fernández, de Copei, por ejemplo, en qué se diferencian de la actual dirigencia opositora?


Luis Beltrán Prieto Figueroa, el maestro Prieto, cofundador de Acción Democrática, fundador y candidato presidencial del Movimiento Electoral del Pueblo (MEP)


¿Es que Hugo Chávez fue más hábil políticamente que estos señores mudistas?

El 16 de enero de este año, escribimos, vía tweeter, al analista Pedro Benítez esta nota que reproducimos porque da una buena idea de nuestra opinión al respecto:

 “El joven y talentoso analista, Pedro Benítez no encuentra la explicación del por qué el chavismo siempre ha derrotado a la oposición durante estos 18 años. Yo le daré una, y muy contundente: la dirigencia opositora subestimó a Chávez, y aun continúa haciéndolo, cuando él, haciéndose el improvisado pero preparando sus proyectos políticos a un mínimo de 10 años -aunque era un mal gerente y peor ejecutivo y administrador, tampoco destacó como militar- siempre "picó adelante" algo muy importante en política. Cuando la Oposición se percataba, ya el plan tenía, por lo menos un año ejecutándose, y se daba cuenta porque Chávez, en Aló Presidente le preguntaba a Jaua, Diosdado o Bernal, por ejemplo, "que te parece si hacemos esto o aquello", pero ya todo estaba hecho, y la oposición cándida y torpemente, le creía. Pero él lo dijo desde el principio: guerra avisada no mata soldado y explicaba que siempre había que agarrar desprevenido al enemigo, según su manual del guerrero, de lo que tanta burla hacían sus adversarios políticos. Además, anunciaba sus planes con años de antelación, algunos hasta el 2050, pero luego bajó hasta el 2021, y recordemos que su plan Socialista del 2013 continúa ejecutándose, además de estar aprobadas un conjunto de leyes "Comunales" comunistas, en los cajones de Miraflores, listas para aplicar.

 En qué derrotó Chávez a la Oposición? Algunas respuestas son, entre otras:

 1.- Partidización y sumisión de las FAN

 2.-Control absoluto de los Poderes Públicos

 3.- Disolución de los partidos políticos

 4.- Disolución de la ex poderosísima CTV

 5.- Disolución de la ex poderosísima Fedecámaras

 6.-Debilitamiento de las ONGs

 7.- Debilitamiento del movimiento sindical y gremial

8.- Otros

 Me pude percatar personalmente de que el "improvisado Chávez" practicaba en sus actividades la Planificación Estratégica, con sus escenarios y aplicación de la herramienta FODA, pero eso era un secreto. Recuerdo, por citar solo un ejemplo, cuando, realizaba unos reportajes para el antiguo diario El Mundo sobre las parroquias caraqueñas y descubrí en algunas jefaturas civiles que trabajaban para unos benditos consejos comunales, así pude conocer lo que eran y que su centro de inscripción era el mismísimo Palacio de Miraflores y que quienes entrenaban a los entrenadores -valga la redundancia- eran los militares. Luego está función quedó en manos de Fundacomun. Un año después, Chávez preguntó a uno de sus colaboradores en Aló Presidente: "Qué te parece si aplicamos el proyecto sobre los Consejos Comunales". Ya el daño estaba hecho, y así fue con todo.

 Recuerdo también como los "sesudos" analistas opinaban en TV y prensa, especialmente en el popular programa de Leopoldo Castillo, Aló Ciudadano", que Chávez tenía un "pasticho" en la cabeza. Esto me hace predecir que aun cuando la gente desista de apoyar al narco régimen, en mayor cantidad cada vez más, la Oposición seguirá "cosechando" derrotas, porque los rojos tienen sus desastre y caos bien preparados: el control del poder por muchos años más, para lo cual cuentan con el apoyo de la experimentada dictadura cubana.

 Mientras tanto, avanzamos a pasos de vencedores hacia la cubanización definitiva del país: Venecuba, el sueño dorado de Chávez, como lo decía claramente al principio de su mandato: Cuba y Venezuela son un sólo país, y tienen dos presidentes". sólo que quien manda aquí es Raúl, Maduro apenas ejecuta, y mal, los lineamientos del viejo sátrapa antillano.

Por su parte, el analista y ex presidente de la Copre, Carlos Blanco, en su columna semanal de El Nacional, publicó el 16 de enero sobre la Asamblea Nacional:

“Aquí se llega por varias razones. La primera es que la oferta electoral, tan entusiasta como fue y tan abrazada por millones, no fue cumplida. ¿Era incumplible? Tal vez no podía la AN con su sola fuerza moral y política remplazar a Maduro. Las vías consideradas –referéndum, enmienda, doble nacionalidad y más recientemente destitución por abandono del cargo– pueden ser válidas (simpaticé con todas aunque habría preferido un vasto movimiento por la renuncia), pero si no hay una fuerza institucional suficiente que las apoye, no hay cómo hacerlas cumplir. Esas fuerzas solo son: una fracción decisiva del PSUV, la Fuerza Armada o una movilización de calle imparable (que para mí se parece más a una huelga general bien organizada que a un enfrentamiento a pecho descubierto con los represores). No hay más.”

No hay comentarios:

Publicar un comentario