Aquí quien manda es el partido militar
Para aquellos que aun no saben definir la característica del régimen, llamado por nosotros "militar- civil". y no cívico-militar, reponemos un reportaje que aun cuando lo realizamos en 2010 para el diario El Carabobeño y reproducido por el blog La Protesta Militar, nos permitió adelantarnos seis años en el tiempo y tener elementos que nos hicieron (y nos hacen) comprender lo que realmente ocurre en nuestro país con el sector gobernante, tanto del ala castrense como del civil.
La pregunta ahora es ¿Cómo saldremos de esta situación si, como ha ocurrido en otras naciones, los uniformados no suelen entregar el poder tan fácilmente?, menos aun si están apoyados por grupos civiles, que el analista militar Aníbal Romero califica como la oligarquía depredadora:
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domingo, 25 de abril de 2010
Venezuela camuflada en un cuartel
"Realmente
gobierna el partido militar"
Thamara Nieves
Si hay algo en lo cual coinciden los analistas políticos, es
en el carácter castrense del gobierno que rige a Venezuela, el cual estaría
enmarcando cada vez más sus decisiones, en ese estilo de ejercer el poder, aun cuando
fue electo en comicios.
Las últimas semanas se han caracterizado por la
intensificació n del tinte verde oliva en el accionar gubernamental:
juramentación de milicianos y su dotación de fusiles Kalashnikov; activación de
guerrillas comunicacionales uniformadas con chalecos y gorras; desfiles
militares para cada ocasión con un marcado uso del rojo, el despliegue de
equipos bélicos, gritando consignas ideológicas; y un discurso oficial en el
cual predomina el léxico militar.
Todo queda resumido en la arenga presidencial: "pueblo
en armas" -expresión calcada de Cuba- y la aspiración a que cada
venezolano (¿bolivariano? ) tenga "su respectivo fúsil".
Para algunos analistas, la presencia de los uniformados ya
no es imperceptible ni sutil, sino directa y hasta impositiva.
Once años después del inicio de la revolución, la confusión
es mayor, si el proceso es una democracia, una dictadura, un régimen
autoritario, es autocrático o totalitario. De izquierda o clásicamente
comunista.
El analista y docente
de varias promociones de altos militares, Aníbal Romero, explica que esa
"ambigüedad funcional", fue creada deliberadamente por el presidente
Chávez como un mecanismo político para usarlo a conveniencia y permanecer en el
poder.
Coinciden los
consultados, en el carácter cada vez más castrense del gobierno, al punto de
que Romero, especialista en asuntos militares, asegura: "quien realmente
está en el poder en Venezuela es el partido militar, y la nueva élite civil
dominante está supeditada al estamento castrense".
Tal como lo reseñó El
Carabobeño, el analista sostiene que en las FAN ya no prevalecen dos sectores:
los institucionales y los chavistas, sino que existe un tercer grupo, radical,
y pro castro-comunista
De ser esto así, ¿cuál es el tipo de gobierno en el poder?
El observador del acontecer nacional Angel Álvarez, director del Instituto de
Análisis Político de la UCV, coincide con Romero en señalar que el gobierno
venezolano aún no se puede catalogar como una dictadura tradicional. "Un
proceso inédito, mediático, con una marcada inclinación por lo militar y el
autoritarismo.
El factor de contención
El docente universitario Ángel Álvarez destaca la fusión
cívico-militar.
-¿Considera que el verdadero partido del Presidente es el
ala castro comunista de la Fuerza Armada Nacional que señala el especialista
Aníbal Romero?
-Yo no conozco cuánto peso pueda tener hoy Cuba en términos
de asesoría o influencia en el ejército venezolano, hay mucha especulación. Me
imagino que los cubanos tienen presencia como en otros sectores, pero no sé
cuánto pesa en los cuarteles. Lo que sí le puedo decir, es que la relación
FAN-pueblo, el viejo invento de Ceresole, que estuvo muy presente también en el
peronismo y que el Presidente lo compró completo hace mucho tiempo. Yo sí creo
que las FAN juegan un rol fundamental en la concepción de Hugo Chávez del
manejo del poder.
-Si no confía en los civiles del PSUV, ¿delega en las FAN su
confianza para que lo asista en la acción de gobierno?
-No, creo que es una fusión entre civiles y militares. La
combinación de ambas cosas. Las FAN tienen un rol político muy importante pero
en conjunción con la movilización de los civiles. Tenemos una república civil
con rasgos de ser una democracia en peligro, debilitada y amenazada.
-¿Cómo definiría Ud. el tipo de gobierno de Venezuela?
-Creo que todavía es una democracia de muy baja calidad en
la gestión gubernamental. Es deficiente en los procesos electorales, porque no
hay igualdad de oportunidades. Todavía son libres, pero los resultados no son
siempre respetados. Podría decirse que en Venezuela hay una democracia con
rasgos autoritarios.
Se extiende por todo
el país, la creencia sobre la aprobación de leyes comunistas desde la Asamblea
Nacional, para blindar la revolución. El analista cree que eso puede ocurrir
antes del 26-S: "En la medida en que el PSUV se perciba la posibilidad de
perder las elecciones legislativas, pudiera blindar su proyecto político
mediante un conjunto de leyes que afiancen su estrategia. De todos modos, si
cambiase la composición de fuerzas en la Asamblea Nacional -cosa de la cual no
estoy muy seguro que ocurra- y la oposición obtuviera la mayoría, las leyes
pudieran ser derogadas. La única forma de garantizar un blindaje absoluto es
que dejase de funcionar la Asamblea Nacional".
-¿Prevalecerá el comunismo?
-Esa es la intención declarada del gobierno. Nunca lo ha
ocultado, al comienzo lo identificó como socialista del siglo XXI, luego se
declaró marxista y nunca ha ocultado su simpatía por Cuba, incluso cuando decía
que tenía realidades distintas a Venezuela. Sin embargo hoy pareciera que su
objetivo es ejercer el modelo de gobierno cubano. No lo ha logrado porque en
Venezuela hay una reserva democrática muy profunda en toda la población
venezolana, incluyendo una proporción importantísima de sus seguidores, lo que
ha sido un muro de contención.
Ambigüedad, instrumento político
Aníbal Romero es más categórico. Califica al gobierno de
"autocracia depredadora" . "Es autocrático y no dictatorial,
pues si bien el poder se concentra en un sólo individuo, existen también una
Constitución y leyes a las que, en teoría, el régimen se apega, para preservar
una ambigüedad funcional que favorece ese objetivo".
-Es un gobierno autocrático y no una dictadura, por el uso
que hace de esa ambigüedad como instrumento político, aunque la autocracia
puede ser "aún más perversa pues utiliza ese recurso de acuerdo con sus
conveniencias circunstanciales, fortaleciendo o ablandando el ejercicio
arbitrario del mando según la evolución de los eventos y las necesidades del
poder".
-¿Se puede considerar comunista?
-Mi convicción particular es que Chávez, en su fuero más
íntimo, desearía reproducir en Venezuela un régimen parecido al cubano, pues
comprende que ese tipo de sistema, si fuese viable en nuestro escenario
sociopolítico, contribuiría a aferrarlo indefinidamente al poder. No obstante,
no ha estado dispuesto a pagar los costos, medidos en sangre y fuego, que el
establecimiento de un régimen de esas características demandaría en Venezuela.
Para Romero, el choque entre las ambiciones ideológicas de
Chávez y la realidad sociopolítica venezolana se derivan una serie de paradojas
y contradicciones; "peculiares al experimento del socialismo del siglo
XXI".
A juicio del
especialista, la principal paradoja se patentiza en la grieta entre el discurso
presidencial, que enarbola una utopía y la verdad de un régimen basado en la
"depredación del país por parte del partido militar y el subsidio
populista a los sectores más pobres".
-La ineficiencia, el robo y el saqueo favorecen el
enriquecimiento del partido militar y del sector civil gobernante, los cuales
tampoco son capaces de manejar un capitalismo de Estado eficiente. De modo que
el socialismo del siglo XXI ha degenerado en incesante depredación".
Opina Romero que el
partido militar es el que realmente está en el gobierno en Venezuela: "la
nueva élite civil dominante dependiente del estamento militar, controla el
poder para enriquecerse y a su vez emplea los recursos del Estado, sin control
institucional alguno, para reproducir las condiciones de su perdurabilidad en
el mando".
Argumenta que la caracterización del régimen como
"autocracia depredadora" es importante para garantizar su permanencia
en el poder en dos sentidos: primero, porque la "transformación de una
autocracia en dictadura sería negativa para él, aunque podría eventualmente
resultar necesaria pero constituiría un error político al acrecentar las
resistencias domésticas e internacionales".
- El Presidente procurará en lo posible preservar la
ambigüedad en el ejercicio del mando. Además, la estrategia de lucha contra un
sistema totalitario, una dictadura, no es la misma que la exigida por una
autocracia depredadora. Aunque es posible, hasta ahora la oposición ha sido
incapaz de perfilar una estrategia que combine creativamente el avance
electoral con la denuncia de los abusos autocráticos.
Militarización del
Estado, militarización de la Nación
Las coincidencias abundan ante la pregunta ¿ Cree que
tenemos un gobierno militar?
Elides Rojas, Jefe de redacción de El Universal, abogado y
analista político, responde afirmativamente: "Sí. Para empezar el jefe del
gobierno es militar y el grupo que lo acompaña, unos 200 militares que
participaron con él en la intentona del ´92, dominan todo el país. La
estructura de la Fuerza Armada fue copiada para manejar el mundo civil y
político: todo es patrulla, brigada, escuadra, guerrilla, guerra, batalla,
combate. Los militares salieron de los cuarteles y están en los ministerios y
oficinas públicas. La visión no deliberante, más bien de orden y obediencia,
confirma la filosofía militarista del gobierno.
José Luis Farías, dirigente nacional de Un Nuevo Tiempo y ex
parlamentario, coincide también, en el carácter castrense del gobierno:
"Los militares devenidos en guardia pretoriana del déspota, tras
militarizar el Estado quiere militarizar la Nación".
Fernando Luis Egaña, ex ministro de Información, docente y
analista dice:
"Sí, es un gobierno militar, pero no es el sentido
convencional de gobierno institucional de las Fuerzas Armadas, tipo los
regímenes de Pérez Jiménez, Velasco Alvarado o Pinochet, sino más bien un
régimen de naturaleza "militaroide", que aspira a la militarización
crasa de la sociedad, con una orientación de socialismo semi-barbárico
combinado con latrocinio de satrapía".
www.el-carabobeno. com
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