Hay muchos países actualmente en pobreza económica, social y hasta política, eso siempre ha sido así a lo largo de la historia, nada nuevo. Pero en el caso de Venezuela, es un caso especial: retrocedimos. Y retrocedimos, en el tiempo a, aproximadamente los años 60 del siglo XX. Este retroceso se inició paulatinamente con la llegada de la plaga chavista a nuestro país, y ha ido avanzando sin pausa hasta encontrarnos hoy sin alimentos, medicinas, transporte, servicios públicos, gas, gasolina, y lo más inverosímil: sin dinero efectivo aunque Ud. tenga unos realitos mega devaluados en la cuenta bancaria. Todo esto en un marco de hiperinflación, de las más grandes habidas hasta ahora en el mundo, 1750% aproximadamente.
Una demostración de este
retroceso es la actividad periodística y publicitaria. Muchas personas lamentan
como han ido disminuyendo los medios de
comunicación; desde el histórico cierre de RCTV, la cadena radial Beltfor,
cientos de emisoras y televisoras en casi todo el país, y la desaparición
física de periódicos y revistas al punto de que los más emblemáticos apenas si “circulan”
en versión web. Pero no se han percatado, del impacto no solamente desde el
punto de vista informativo –su función principal- sino del movimiento comercial
que conllevaban así como las fuentes de empleo que generaban. En fín, la
magnitud del movimiento comercial que traían consigo.
Recuerdo de mis años en El
Universal, como diariamente se publicaba un periódico de 140 páginas (tamaño stándar,
es decir, 8 columnas; Ultimas Noticias, por ejemplo es tabloide, de 5 columnas),
“full” de avisos, y costosos!! Pero en noviembre y diciembre, era tal la
cantidad de avisos, que se aumentaba a 240 páginas, y a los periodistas nos
recomendaban no extendernos mucho en nuestros reportajes para dar cabida a los anuncios publicitarios. Aun así, muchos anunciantes
se quedaban afuera por falta de espacio. Que movilidad comercial se generaba
desde la prensa escrita!!. Incluso, se publicaban avisos con productos del
exterior del país, especialmente de Miami.
¿Y ahora? Los que aún
quedan, apenas si llegan a doce escuálidas páginas. ¿Qué ha pasado con la
actividad publicitaria, con la actividad comercial? Somos un ¿país? en bancarrota.
El legado del chavezmadurismo.
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