EXTERMINIO PLANIFICADO
Thamara Nieves
Las sabias abuelas usaban mucho un refrán: lo que está a
la vista no necesita anteojos, de allí lo sorprendente de la duda que se
plantean muchos venezolanos sobre el por qué la tiranía madurista sigue “regalando”
petróleo a Cuba, a pesar de la drástica baja de nuestra producción y de la
crisis económica del país.
Por supuesto que se siguen los lineamientos de Chávez,
pero Maduro no ha variado para nada esta política, al contrario, en sus dos
encuentros con el nuevo mandatario
antillano, Miguel Díaz Canel, ha prometido aumentarla. Así es, la agencia de
noticias Reuter acaba de informar sobre el generoso donativo petrolero a la
Isla:
Reuters: Maduro
compra petróleo para subsidiar a Cuba
La estatal Pdvsa compró casi 440 millones de dólares en
crudo extranjero para enviarlo a Cuba en “condiciones crediticias amistosas”… Asimismo
la agencia de noticias indicó que “Venezuela realizó las entregas descontadas,
que no se habían informado anteriormente, a pesar de su gran necesidad de
divisas para reforzar su economía en colapso e importar alimentos y medicinas
en medio de una escasez generalizada”.
El parlamentario José Guerra alertó: “Esto no tiene
nombre. En medio de esta crisis, Venezuela ha comprado petróleo por más de $
400 millones para prestarlos a Cuba, pagaderos en cómodas cuotas”.
Muchos preguntarán, las razones. Pues bien, la
tiranía, al igual que lo hizo Chávez, busca perpetuarse en el poder, y así lo
hace también el régimen madurista. Por algo los castros llevan 60 años
tiranizando a Cuba. La asesoría cuesta muchos dólares, aparte de la asistencia
en inteligencia, contrainteligencia, seguridad, entre otros importantes
elementos de un país.
¿Por qué las Fuerzas Armadas lo permiten? Además de que
gran parte del sector militar está bien atendido en sus remuneraciones (hace
pocos días recibieron otro aumento salarial), del manejo de los principales
sectores productivos del país, de que muchos obtengan sustanciales ingresos por
la vía del narcotráfico, es vox populi que Fidel en su momento y luego su
hermano Raúl y ahora el nuevo mandatario antillano, se asociaron (y repartieron
con sus socios rusos, chinos, y ahora las FARC e Irán) ese sustancioso botín
que es Venezuela. Ninguno está dispuesto a soltar esa jugosa ubre.
La salida del régimen no es sencilla, como ocurre con
las dictaduras en otras naciones, aquí es un problema de características
internacionales. Los venezolanos solos no podemos y una intervención extranjera
es compleja.
La dependencia de Venezuela (Venecuba) -la colonia- a
la metrópoli, Cuba, se aprecia cuando leemos las noticias sobre la toma de
posesión de Díaz Canel el 20 de mayo. En menos de 24 horas ya Maduro estaba en
la Isla para "felicitar" personalmente a su homólogo cubano. Fue el único Jefe de
Estado en hacerlo. Diez días después, el sucesor de Raúl visitaba Venezuela
para “felicitar” al mandatario venezolano por su reelección en los recientes
comicios. En ambas ocasiones, Maduro debe haber sido informado y precisado
sobre su subordinación al régimen antillano.
Tanto así que Maduro envió 12
toneladas de productos a la Isla para paliar las consecuencia del huracán Alberto,
le “dono” 400 millones de dólares en petróleo comprado a Rusia, y ha ofrecido
ampliar esta “colaboración”. Por supuesto, mantiene invariable –aunque ligeramente
disminuido- su aporte petrolero. Y todo esto en medio de un contexto de crisis
humanitaria por la escasez de medicinas y alimentos. ¿Pero es producto esta crisis humanitaria de
la escasez de dólares, a causa de la baja de la producción petrolera y del
saqueo rojo a nuestras divisas? No. Tal como en Cuba, la tiranía madurista busca
terminar de implantar el sistema de Estado Comunal con la menor población
posible. De allí el éxodo de venezolanos al exterior por la grave situación que
aqueja al país y el objetivo soterrado de la tiranía de disminuir la población por no disponer de los recursos médicos para tratar sus
dolencias físicas.
Es bueno recordar que esas leyes comunales están
aprobadas desde hace varios años, durante el gobierno de Hugo Chávez; están
guardadas en los archivos de Miraflores, y solo esperan el momento propicio
para su entrada en vigor. No es casual que entre las muchas medicinas no
disponibles están las destinadas a tratar a los cardiópatas, cancerosos,
diabéticos, artríticos, así como los afectados por patologías como el mal de
Parkinson, epilepsia y el Alzheimer, entre muchas otras. Sin contar que los
transplantados, y quienes requieren diálisis, entre otros tratamientos, están expuestos
a la muerte y que, de hecho, muchas personas han perdido sus transplantes y
otros han fallecido ya. Todo un exterminio planificado, un verdadero genocidio.
@Almagro_OEA2015 @Pontifex-ex
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