"Hay 4 veces más presupuesto para defensa que para
seguridad ciudadana"
Nos correspondía publicar hoy la IX entrega del recuento "Los Regalitos de Chávez" (lo haremos el jueves) pero el tema del armamentismo en Venezuela conmueve hoy a la población, republicaremos un reportaje que hicimos en agosto de 2010, increíblemente vigente, en el cual el diputado psuvista Juan Jose Mendoza, hoy magistrado del Tribunal Supremo de Justicia, informa de entre 9 millones y 12 millones de armas entre la población. Igualmente, destaca el alerta formulado por la Dra. Rocío San Miguel, acerca de que pronto veríamos el enfrentamiento entre los carteles de la droga.
Esta semana, una importante organización de investigaciones internacional publicó que Venezuela fue el país que más armas compró en 2015.
Dado que ha trascendido que las Milicias fueron autorizadas a usar armamento pesado y que, al parecer, la sociedad civil es considerada en un informe militar como un elemento de alerta para la seguridad nacional, hay mucho allí para reflexionar y para ejecutar acciones, procedemos a republicarlo:
----------------------------------------------------------------------------------
Blog La Protesta Militar
DOMINGO, 15 DE AGOSTO DE 2010
El armamentismo entre la población civil // Thamara
Nieves
El Carabobeño
Sunday, 15 August 2010
Para Rocío San Miguel pronto veremos la lucha de los
cárteles. Algunas personas se quejan de que Venezuela, sin tener un conflicto
bélico declarado, registra más muertos que en una guerra propiamente dicha, y
comparan el caso de Afganistán, que en su batallar de 9 años con EE UU ha
sufrido 1.200 bajas; aquí en el sólo mes de julio ingresaron a la morgue de
Bello Monte de Caracas 469 cadáveres. Irak, también en lucha con Norteamérica,
tiene 4 mil decesos en 7 años.
Lo peor del caso según los observadores del acontecer
nacional es que esta violencia viene en aumento, sin que los numerosos
operativos gubernamentales den el resultado esperado y medidas como el desarme
de la población -la Ley está aprobada en 1ª. discusión- no figuran entre las
prioridades de la Asamblea Nacional (AN).
Para muchos especialistas, la raíz del problema de la
violencia se encuentra en la exacerbación del armamentismo y el belicismo. Con
razón o sin ella, atribuyen la responsabilidad al máximo liderazgo del país por
las expresiones del presidente Chávez por radio y TV, enfatizando que “ansía el
día en que cada venezolano tenga su propio fusil "y muchas
municiones", por citar sólo una frase. Alardea de la compra de miles de
armas de última tecnología "para defendernos del imperio y a nuestra
soberanía".
Recuerdan cómo en 1999, el Jefe del Estado dijo a la
Dra. Cecilia Sosa, presidenta de la antigua Corte Suprema de Justicia que si
una persona roba porque sus hijos tienen hambre no se le puede condenar, lo
cual fue extendido automáticamente a que si mataba por hambre, estaba bien.
Hasta los más neutrales países vecinos cuestionan una
carrera armamentista en Venezuela, por la compra de 100 mil fusiles Kalashnikov
103 y 5 mil Drugonov a Rusia, ambos de última tecnología, y el anuncio de la
instalación de una fábrica para la elaboración de estos armamentos. Sobre los
Dragunov, Chávez dijo que tenían mira telescópica "de la mejor del mundo y
con infrarrojo para la noche, compadre, visión nocturna", y reiteró que
las armas serán para la guerra de guerrillas: "Imperialista que se asome
lo tumbamos"; y para el uso de francotiradores.
Estos armamentos fueron exhibidos en el desfile militar
del pasado 19 de abril.
Aún es cuestionado el mural pintado en la urbanización
23 de enero, donde se plasmó a la virgen de Coromoto con el niño armado con una
Kalashnikov.
Alarde belicista
La costosísima compra, valorada extraoficialmente en $
2,7 millones, llevó al experto Javier Gorriño a manifestar que en el país
"hay 4 veces más presupuesto para defensa que para seguridad
ciudadana".
El problema es de tal magnitud que el propio diputado
psuvista Juan José Mendoza, presidente de la Comisión de Seguridad y Defensa de
la AN admitió lo que se consideraba un rumor exagerado: Tenemos entre 9 millones
y 15 millones de armas legales e ilícitas.
También consideran paradójico estos analistas que las
policías fueran desarmadas, y algunos atribuyen al alcalde Metropolitano para
entonces, Juan Barreto, la sustitución de muchos efectivos profesionales de la
Policía Metropolitana de Caracas por gente de su entera confianza como son los
Tupamaro. Hasta el mismo Ministro de Interior y Justicia, Tareck El Aissami,
admitió recientemente que 20% de los delitos en el país son perpetrados por
efectivos policiales.
Durante el mes de julio el país vio con asombro como
cada fin de semana aumentaba el número de muertos, especialmente jóvenes, en la
mayoría de los casos baleados. Las cifras del Instituto de Investigaciones de
Convivencia y Seguridad Ciudadana (Incosec) son dramáticas: 5.962 asesinados en
el país en el 1er semestre de 2010, en tanto que la Morgue de Bello Monte
recibió en ese lapso 3.111 cadáveres.
Los tres últimos días del mes impactaron a la sociedad.
Sin contar los homicidios rutinarios en las barriadas populares, el caso del
soldado que ultimó a tres compañeros en una sede de Pdvsa en Bolívar con su
fusil Kalashnikov, un sicario que a sangre fría entró a una barbería de Sabana
Grande y disparó a la cabeza contra 2 hombres quienes murieron en el acto y el
caso del motorizado que ultimó a una joven en la autopista Francisco Fajardo
por resistirse a un atraco horas después, pusieron de relieve que cada vez más,
se trata de muertes por motivos futiles.
La guerra de los cárteles
Rocío San Miguel, defensora de los derechos humanos,
presidenta de Ciudadanía Activa hace seguimiento a los temas sobre armas
ilegales en manos de civiles y la ausencia de control sobre las armas legales
en manos del Estado. Formula esta vez un alerta rojo, de máxima atención: la
posibilidad de que en Venezuela el año que viene veamos la lucha de cárteles armados
en el país por drogas.
"Ese sería el campanazo del grado de violencia
estructural que se está arraigando en el país. El problema más grande de la
próxima década es, sin duda, el de la violencia estructural, azuzada y alentada
desde los altos poderes del Estado", analiza la especialista.
Para San Miguel, el asunto de las armas debe verse en
dos perspectivas: por una parte el control de las legales y sus municiones, que
en este momento es inauditable, incluso la Fuerza Armada Nacional tiene
problemas de auditabilidad en los 4 componentes.
A esto se le agrega la Milicia Nacional Bolivariana,
las más de 250 policías municipales activadas desde el 2006 y las 24 estadales,
los particulares autorizados a portar armas, agencias de seguridad privadas y
armerías.
"Esto ya da un cuadro aterrador deinauditabilidad,
de opacidad y de un Estado que en los últimos 20 años no ha sincerado el parque
de armas legales, y que, obviamente, es la primera fuente de alimentación de
los homicidios en Venezuela".
En cuanto a las armas ilegales, dice que el MIJ señaló
en el 2006 la existencia de 6 millones.“Ahora casi tenemos triplicada esa
cifra. ¿Qué es lo que está pasando y cómo es posible que no haya habido una
política, incluso del MIJ más allá de la aprobación de una Ley?” Sobre los
grupos armados al margen de la ley enumera: "FARC, Elenos, FBN (nuestra
guerrillas nacionales) paramilitares, delincuencia común organizada, más de 10
colectivos sociales con armas de fuego, los comités de seguridad de los
consejos comunales muchos de ellos armados, el Frente Miranda, los Comités de
Defensa de la Revolución, el cuerpo de combatientes".
En su opinión esto pudiera estar estimulado desde el
mismo Estado, se trata de la "activación de grupos armados al margen de la
ley, que comienzan, comunicacionalmente, a exhibir armas de guerra".
Cuando vemos este cuadro en estas proporciones, San
Miguel dice: “no podemos dejar de afirmar que el Estado tiene activada una
política de armar a la población civil, por lo menos en los términos de la
omisión debida, respecto a lo que ha venido ocurriendo en los últimos años”.
-Con las cifras que manejamos podemos afirmar que toda
persona mayor de edad con posibilidades de votar tiene un arma, es decir, por
cada voto tenemos un arma en un país polarizado, donde cualquier nimiedad
termina con el asesinato de una persona. Esto parece estar deliberadamente
estimulado desde el sector oficial y encuentra una expresión muy lamentable en
la cotidianidad, en la narrativa social de barrios y de caseríos.
-¿Con qué intención se estimula desde el Estado?
-"Yo no dudo que haya existido la voluntad al
inicio de este gobierno de contener la inseguridad, pero ante la ineptitud
clara para ejecutar una política de seguridad ciudadana, ha ocurrido todo lo
contrario, más bien se estimula. Los vasos comunicantes entre autoridades
policiales y delincuencia organizada son cada vez más claros y no queremos
pensar que también, ¡ojo!, entre funcionarios del alto gobierno y grupos
guerrilleros. Entonces cuando ya tenemos esos niveles de connivencia, las
cifras rojas se convierten en imparables".